Analizamos la situación y entorno de la compañía, del producto y de los competidores. Vamos al grano. No nos enredamos ni caemos en “parálisis por análisis”. Intentamos llevar la practicidad al extremo. Siempre miramos al exterior para ampliar el campo de visión y de esta manera conocer el posicionamiento real del negocio, sus fortalezas y los mercados exteriores que a priori más oportunidades ofrezcan.